TRES ARTÍCULOS PUBLICADOS
EN LA REVISTA MUSUNCE No. 96
ASÍ
NACIÓ EL PROGRAMA A. A. EN SOMOTO
Por Armando Núñez publicado en la Revista Musunce No. 96
Puedo decir que llegó de incognito. Por mera
casualidad, envuelto en la tinieblas de la noche. Yo, Armando, por pura
coincidencia fui testigo de su llegada.
Les contaré cómo fue: Venía, después de las
ocho y media de la noche, de casa del señor Edgar Morales Gadea, de entregarle
la recaudación de esa noche del Teatro Madriz, cuando pasé por el negocio de
doña Josefina Altamirano, se me antojó una Coca Cola. Entré y la solicité. De
pronto llegó un señor de buena apariencia, con un maletín, después de saludar
amablemente, pidió que le vendieran otra
gaseosa y señalando la vitrina, también pidió pan. Ya con su Coca
Cola y su pan en la mano se dirigió a
doña Josefina y le habló de la siguiente manera: - ¿Señora, sería usted tan
amable de indicarme en dónde queda aquí en Somoto, una sala de Alcohólicos
Anónimos?. Le explicaré, yo soy vendedor de productos medicinales y pertenezco
a un grupo AA, por lo que al lugar donde llego, visito la sala que existe
allí.-
Doña Josefina enmarcó las cejas en señal de
asombro y con las dos manos metidas en el delantal, le contestó: -Señor, por
favor, repítame la pregunta, pues yo no lo entiendo, ya que aquí nunca he oído
hablar de tal programa.- Y dirigiéndose a mí, me preguntó: -¿Y usted, don Armando?- Yo le
contesté negativamente.
El visitante le explicó que “AA” son las
siglas de la agrupación de Alcohólicos Anónimos, que es un grupo formado por
personas que quieren librarse de las garras del alcohol. Ellos quieren librarse
de este flagelo y se forman en grupos para animarse y ayudarse unos a otros.
Hasta aquí lo que yo escuché y presencié en casa de doña Josefina. Exprimí hasta la
última gota de mi Coca Cola y salí rumbo a mi casa.
Ahora les dejo a don Reynerio Ramírez Flores
que es uno de los primeros miembros AA y que con gran satisfacción dice ser de
los fundadores del Grupo 11 de Noviembre, hasta hoy cumplirá 49 años de
completa sobriedad.
Don Reynerio continúa donde yo les dejé. Dice
que doña Josefina se enteró de lo que el vendedor de medicina le explicó sobre
el programa AA y que lo puso en contacto con Doña Lucila Godoy de Selva, que se
interesó por conocer quién podría traer el mensaje a esta ciudad. El visitador
médico le dijo que tenía conocimiento de que lo podían traer de la ciudad de
Estelí, que lo que se tenía que hacer era reunir a un grupo de alcohólicos que
desearan salirse de las garras del vicio y cuando esto estuviera realizado, se
establecería el contacto para traer a la persona que daría a conocer el
programa.
Doña Lucila mandó llamar a don Erasmo Martínez
para que le ayudara a coordinar la asistencia de los que desearan conocer el
programa. Se llevó a cabo la reunión que se realizó en la sala de la casa de habitación de ella, con la asistencia
de varios alcohólicos y la presencia del compañero Juan Rojas del grupo “1ro.
de Junio de Estelí”, que vino a dar a conocer el programa y que apadrinó al
primer grupo de esta ciudad que se llamó “11 de Noviembre” en el año de 1967.
Lo constituyeron don Erasmo Martínez, Salomón Espinoza, Gustavo Moreno,
Cristino Aguilera, Julio Díaz, Benito Ramírez, Juan Vásquez Espinoza, Alfredo
Espinal, Alberto Carazo, Santos Lagos y Salvador Pérez Bonilla.
El Sr. Reynerio Ramírez Flores, se inició en
este grupo unos días después. Su integración fue una coincidencia, producto de
las circunstancias, se puede decir del mismo alcohol. Cuenta que el día que
conoció del grupo fue así: Iba camino al riíto, por la finca de don Antolín
Talavera, con una goma “de garabatillo”,
que lo hacía ver chispas y con la lengua
pegada al paladar, cuando de pronto observó al grupo; esa visión fue algo que le alegró el espíritu. Se dijo a sí mismo: -“¡aquí está la
salvación!”-. Sus piernas que ya no querían caminar se reactivaron, todo su ser
se llenó de energía, como si recibiera
una descarga eléctrica, como se dice ahora, se le subió la adrenalina; y más
cuando vio levantarse a dos del grupo que lo fueron a recibir al momento que
exclamaron: “¡aquí viene el compañero Reynerio!”, y lo tomaron por los brazos para llevarlo al
grupo en donde uno le ofreció una taza
de café bien calientito, lo sentaron y
comenzaron a darle la primera terapia sobre los AA. Desde ese momento, a pesar
de la gran goma que traía, le dijo adiós
al licor. Y así fue como don Reynerio se integró a los Alcohólicos Anónimos y
este próximo mes de noviembre cumplirá ¡49 años de vivir en sobriedad!.
Me sigue relatando don Reynerio, que el apoyo
de doña Lucilita y doña Josefina, fue vital para el grupo “11 de noviembre”,
como también el apoyo espiritual de Monseñor Suazo, que casi siempre les acompañaba en las
reuniones, muchas veces realizadas en la
Casa Comunal. También recuerda que su primer aniversario lo celebró en la casa
esquinera de don David Ocampos, acompañado de sus compañeros, del Dr. Ariel
Brenes y Monseñor Suazo.
Añade que de los fundadores del “Grupo 11 de
Noviembre” que él recuerda son: Erasmo Martínez, Alberto Carazo, Salvador Pérez
Bonilla, Polo Barrantes, Alfredo Espinal, Juan Vásquez Espinoza, Cristino Aguilera, Santos Lagos, Juan Pérez y
él, que se integró un poco después.
Luego, debido a una discusión entre Alberto
Carazo y Cristino Aguilera, éste, se levantó de la reunión y les dijo: “-Me voy
compañeros-”. Que la mayoría, al ver la disposición de don Cristino de
abandonar el grupo, se levantaron y dijeron:-“Si el compañero Cristino se va,
nosotros también nos vamos”-. Como quedó dicho, la mayoría acompañó a don
Cristino, lo acuerparon y decidieron buscar un local para seguir con las
reuniones. Afortunadamente, debido a la
amistad de don Cristino con el Capitán Gilberto
Peralta éste le cedió una casa
frente a la bodega de don Dionisio Castillo y que era ocupada para guardar madera y otras cosas.
La
primera reunión se hizo a la luz de los candiles y candelas, y como bancas
usaban piedras que recogieron del solar. De allí nació el “Grupo 13 de Mayo”,
que fue formado por los que se separaron del “11 de Noviembre” y que lo formaron: Erasmo Martínez, Reynerio
Martínez, Polo Barrantes, Salvador Pérez Bonilla, Juan Vásquez E., Alfredo
Espinal. El grupo se fue fortaleciendo con la llegada de Manuel Vílchez,
Maximiliano Vargas, Andrés Rugama, Arsenio López, Aquileo García, Arturo
Armijo, entre otros. El Grupo “11 de Noviembre”, a pesar de haber perdido a la
mayoría de sus miembros, logró subsistir y captar nuevos miembros.
Según tengo entendido, de la entrevista que
amablemente me dio don Reynerio, los dos grupos, aunque separados, mantuvieron
buenas relaciones.
Quedó impresa en la memoria de don Reynerio,
la visita de una señora de Diriamba que conocieron cuando asistió el grupo de
Somoto a la convención en esa ciudad. Fue la primera salida del grupo. La
señora en mención pertenecía al grupo de ayuda de alcohólicos que estaba
formada por madres, esposas y familiares de AA y se conocía como ALANON. Aquí
se integró a doña Lucilita, doña Josefina y doña Azucena Díaz de Miranda; las
integrantes de este grupo acompañaban siempre a los AA en las convenciones.
A don Reynerio se le nota el cambio que ha
producido en su vida el pertenecer a los AA. Se siente como un hombre nuevo.
Desde su integración su fe, su optimismo, me lo describe así: Al preguntarle
cómo valora la llegada de los AA a esta
ciudad, según su experiencia, siente que ha sido positiva la formación de estos
grupos. Afirma que la llegada de los AA la cataloga como una bendición, no solamente
para los que han logrado su meta de abandonar el licor y decir con orgullo:
“¡ya no soy del vicio!”, sino también, para la sufrida familia, los cuales se
han librado del tormento de lidiar con un padre, un marido, un hijo alcohólico.
En lo que a él respecta, se siente completamente agradecido del Programa AA y
siempre está llevando un mensaje a personas que son del vicio para que traten
de abandonarlo y se conviertan en personas útiles a su familia y a la sociedad a que pertenecen. Agrega que como logro de los
Alcohólicos Anónimos de Somoto, está el haber llevado el mensaje a la ciudad de
Ocotal y a la vez formado grupos en casi
todos los municipios del departamento de Madriz.
Como anécdota nos cuenta que al compañero
Salomón Espinoza, uno de los primeros AA, estando muy enfermo le preguntaron
que si al tomarse un trago fuese su curación; que él contestó que no lo
aceptaría, que prefería morir. Lo que demuestra la fortaleza moral y espiritual
que llega a adquirir un verdadero miembro de AA, que comprende la verdadera
dimensión del programa que lo ha llevado a convertirse en un hombre nuevo.
Hasta aquí lo expresado por el compañero Alcohólico Anónimo don Reynerio
Ramírez.
En la edición No. 2 de la Revista Musunce,
publicamos un testimonio de don Manuel Vílchez, en parte del cual dice que su
vida de alcohólico fue de 20 años, dejó de beber por iniciativa propia y que
era una necesidad. Luego, -continúa
diciendo-, me acerqué a los AA, me gustó el programa y me quedé allí. Al
preguntarle si alguna vez había recaído, contesta con la seguridad del que
tiene la verdad absoluta, que nunca ha recaído y que hasta aquella fecha (2007) tenía 37 años de no beber y
concluyó afirmando “que todo esto es
posible cuando nos convertimos en hombres de decisión, cambiamos la ruta de
nuestras vidas y somos un hombre nuevo”.
Para esta semblanza, el Licenciado Ramón
Arsenio López, me dio la valiosa información de la cual no hice uso, ya que me
prometió hacer una colaboración ampliada sobre el tema para la Revista Musunce,
y conociendo de su experiencia y nivel intelectual, quedamos en espera de dicho
aporte para enriquecer este tema y publicarlo en una edición posterior.
Donde el Dr. Arturo (Arturito) Armijo llegué
con el ánimo de entrevistarlo sobre los grupos de Alcohólicos Anónimos para la
elaboración del presente trabajo, pero mejor lo haré en otra ocasión para
publicarlo también en una próxima edición, ya que este tema es muy rico en experiencias,
testimonios y mensajes para todos. Pero les
contaré una anécdota del doctor cuando en su juventud daba los primeros
pininos es los grupos de AA: “En mis
tiempos de chavalo, matacancito, era muy apegado con Arnoldo (El Pájaro) y
Dagoberto (El Ñato) Martínez, hermanos ambos. Cierto día llegué donde doña
Chepa en compañía de Dago, y éste se sorprendió al encontrar allí, en su casa,
que era expendio de licor a Arturito, y al verlo le dijo: -“Idiay, Arturito,
asi que usted anda en zafra”-; a lo que contestó el interpelado: -“pero que
puedo hacer, Dago, no ve que mi tío Ramiro está inactivo y yo, ando
sosteniéndole la antorcha para que no se apague y no defraudarlo”-.
El joven Rodolfo (Fito) Báez colaboró para
este artículo, dándome a conocer los siguientes logros que en transcurso de
estos 49 años se han apuntado los grupos de alcohólicos Anónimos, tanto el “11
de Noviembre”, grupo pionero, como el “13 de Mayo” que nació 6 meses después.
Como parte de su aporte Fito, nos da a conocer los 7 grupos que actualmente
están en la ciudad:
1.- GRUPO 11 DE NOVIEMBRE, su responsable es
Chito Martínez, funciona en la sala El Turco. Como vimos, es el grupo pionero.
2.- GRUPO 13 DE MAYO, su responsable es
Francisco Moncada, funciona del complejo judicial una cuadra y media al este.
3.- RETORNO AL HOGAR, responsable. Celio Lenin Montoya, funciona de la casa de
Jairo Arce media cuadra al sur.
4.- 4 DE JUNIO, responsable Rodolfo Báez, en
la casa de Justo Salinas.
5.- 19 DE FEBRERO, responsable, Miguel
Vásquez, en la Granja Avícola García.
6.- CENTRAL, responsable, José Carballo, contiguo a la casa de Arsenio López.
7.- MILAGRO, responsable, Leónidas González, contiguo al Hotel Portal
del Ángel.
14 DE SEPTIEMBRE, responsable, Julio Aguirre,
situado en La Esperanza.
SAN JUAN DE LOS AVENTUREROS, en San Juan del
Río Coco
También existen grupos en Cusmapa, Las
Sabanas, Totogalpa, Yalagüina, Palacagüina y Telpaneca. Existió anteriormente
el grupo Luz y Esperanza integrado por
jóvenes y apadrinado por miembros AA con experiencia, pero debido a ciertos
desacuerdos se disolvió, aunque algunos de sus integrantes siguieron dentro del
programa y hasta la fecha son abstemios; ellos Jorge (El Gorgojo) Artola,
Víctor (Pititure), Nordin Bayres, Francisco Ramírez, Alberto (Motor) Carazo,
sobrino de Alberto Carazo Garmendia, entre otros. También es digno de mencionar
a los hermanos Francisco, Anastasio y Cristóbal Valladárez, que por voluntad propia salieron de las garras
de tan nefasto vicio, como es el alcohol
y que también es la puerta de entrada al mundo de las drogas.
A QUIEN CONCIERNA:
Alcohólicos Anónimos edita una revista de
nombre “NUESTRA VOZ”, de publicación semestral, el valor de la suscripción es
de C$ 125.00 los seis ejemplares. Si alguien está interesado en recibirla
pueden dirigirse a la Oficina de
Servicios Generales de AA para Nicaragua, que está ubicada en el costado sur de
la Escuela María Mazzarello, Casa No. 8, en el Barrio Altagracia, Apartado
Postal 2247. Telefax: 2266 2022, Managua Nicaragua.
EDITORIAL DE LA REVISTA MUSUNCE No. 96
Por: José Tomás Díaz
La
protesta del arte o el arte de la protesta
Cuando
hablamos de arte, entendemos entre otros
conceptos, que es la forma de expresar las cosas cotidianas con belleza,
delicadeza, emoción, etc.; pero también el arte es una forma que sirve para
denunciar o poner en el tapete de la opinión pública actividades o situaciones
que de una u otra manera afectan el buen sendero de la vida de una comunidad.
El
ámbito del arte encierra belleza, pero también invita a la reflexión, a la
construcción de opiniones que nos llevan a la acción.
Cuando
observamos un cuadro, escuchamos una canción o leemos un escrito literario,
nuestra mente absorbe el momento
de su creación y establece alrededor del individuo, el mundo que artista captó
cuando escribió o pintó esa obra en el momento que tuvo ese fluido de
inspiración.
Nuestra
Nicaragua ha sido testigo de ese
nacimiento del arte como denuncia. Nuestros artistas pusieron oficio apuntando
a la labor social, denunciando con arte las desigualdades sociales, y con arte
protestando en aquellas situaciones donde se necesitaba una voz para señalar la injusticia.
Pero
cuando hablamos de protesta o denuncia no necesariamente debemos enfocarlo en
el tema político. Hay situaciones que afectan a la sociedad en las que nosotros,
como humanos, somos responsables directos de ellas. Hablemos del desorden
urbano, de la conducta de los adolescentes, de nuestra forma de llevar la vida
diaria, etc. Cuando todo eso no es vivido o realizado de acuerdo con las normas establecidas, tienen su impacto
negativo en la comunidad.
Hemos
visto y escuchado obras de grandes autores que las han enfocado en la denuncia,
de ellos podemos aprender y tomar pautas para poner nuestro grano de arena en
esa lucha.
Nuestros
antepasados nos dieron el ejemplo con El Güegüense, en el siglo XVI, en una
combinación de teatro, música y danza donde para expresar el rechazo al dominio español de una manera burlesca.
Pero
no solo, como lo mencioné antes, la protesta o denuncia se puede enfocar sobre el ámbito político.
Por
eso nos gustaría, por ejemplo, que en una próxima exposición de caricaturas, se
plasmara la antiestética y antiurbanística costumbre de poner mercaderías en
venta sobre las aceras de la ciudad; o en un cuadro, el efecto nocivo que tiene
para una ciudad el hábito de tirar la basura por doquier; o que en una canción
o un poema, se nos describa los efectos de nuestras malas conductas en la
personalidad de nuestros hijos y la degradación del entorno familiar.
Abundante
fuente de triste inspiración nos brinda la tala irracional de nuestros bosques
y sus consecuencias como la sequía y sus terribles secuelas como la extinción
de nuestros ríos, flora y fauna, con los consiguientes perjuicios para la vida
humana.
Se
puede hacer, podemos hacerlo. Recordemos que el arte se expresa a través de
símbolos que dan valor a una idea que nos relaciona con algo en particular;
así, un trazo caricaturesco, una estrofa de una canción o un verso nos pueden
mostrar y a la vez enseñarnos, dónde estamos fallando.
¿Cómo
se va a hacer? He ahí la creatividad del artista; que con elementos sencillos,
nos señale debilidades y desbalance social
y nos brinde orientaciones para
evitar esas conductas que nos pueden estigmatizar como una ciudad sucia y
desordenada, o como una sociedad incapaz de vislumbrar su futuro y de adoptar medidas para contrarrestar el avance del
desorden climático que se nos ha instalado.
Arranquemos
con esta idea y pongamos freno al avance de esta anticultura; luego no nos
estemos lamentando por lo que pudimos hacer hecho, cuando algún día vayamos a
gestionar un documento y nos pongan a
firmar sobre un canasto de mangos o aguacates.
LA ÚLTIMA VISITA DE
SOMOZA GARCÍA A SOMOTO
Escrito por Hugo Ramón García
Los días martes 14 y miércoles 15 de Junio de 1955, fue la
ocasión, previa invitación de los comité pro recibimiento, para que el entonces
Presidente de Nicaragua, General Anastasio Somoza García, escogió para visitar,
la que sería la última vez, esta ciudad de Somoto, y aprovechar la ocasión
misma para inaugurar importantes obras de progreso impulsadas y concluidas bajo
su administración.
El estadista liberal vino acompañado de sus hijos Luis y
Anastasio; que para diferenciarlo a este último de su padre, la gente le
llamaba “Tachito”. Entre los integrantes del comité masculino figuraban don
Eduardo González Alfaro, diputado suplente del profesor y viejo amigo suyo don
Víctor Manuel Talavera Tercero; y José Santos García González, a quien Somoza
le dispensaba mucha confianza y
estimación.
Cuando el mandatario entró a Somoto con sus mencionados
hijos, visitaron la Iglesia Parroquial “Santiago Apóstol”, donde el cura
párroco Efraín de Jesús Salcedo Almendárez, capellán en ese entonces de la
Guardia Nacional, les ofreció un Té Deum, rito religioso que entonces se
acostumbraba dedicar a los personajes de la vida pública, que de una u
otra tenían destacada referencia en el
país.
Pasado el oficio religioso, los visitantes fueron objeto de
un banquete oficial en la casa propiedad de don Francisco (Chico) González
Alfaro. Allí hizo uso de la palabra José
Santos García, que en esa época dirigía una oficina llamada “Junta de
Información y Detalle”; y el otro orador que se destacó por su discurso fue el
diputado propietario ante el Congreso Nacional don Víctor Manuel Talavera T.
Como el presidente pasaría dos días en esta ciudad, inauguró
la Escuela Nuclear “Salomón de la Selva”, donde el aventajado alumno el niño Sergio Tercero Talavera, pronunció en señal de reconocimiento unas
formidables frases, pues tiempos pasados la familia Tercero Talavera se
distinguió por su elegante dicción en el uso de la palabra. Después el
mandatario visitante, ajustándose al programa de visita en esta región
segoviana, pasó a inaugurar la que en ese tiempo se llamó “Unidad Sanitaria” y
que hoy se conoce como “El Centro de Salud”; seguidamente se dirigió a
inaugurar la Escuela de El Cascabel, en cuyas aulas impartía clases la
agraciada señorita Ruídiga Peña Bustillo. Yo personalmente, y de manera
accidental conocí al mandatario en los precisos momentos en que se encontraba
agradeciendo el banquete que se le dedicó en casa de don Chico González Alfaro.
Me acuerdo con exactitud, que mientras los tres Somoza se encontraban en la
casa mencionada, había un enorme cordón de guardias con sus respectivos rifles Garand,
a uno y otro lado de la calle, partiendo de la esquina del comedor de doña
Francisca “Panchita” González, hasta llegar a la casa de doña Merceditas
Talavera de Rodríguez; y de la esquina de don Luis Espinoza, hoy Pulpería San
José, hasta la centenaria esquina de la Polita Alfaro.
Me platicaba, con amenos detalles, mi pariente don Eduardo
González Alfaro, que días cercanos a la visita de Somoza, una persona muy
conocida entonces en la ciudad, que por respeto omito su nombre, se le atribuía
el robo de un ganado; y el propietario de los semovientes, sin tener pruebas
contundentes, pretendía entablarle una demanda; Tacho se enteró del asunto,
porque el dueño de los animales ya se lo había comunicado en una oportunidad
que tuvo para hacerlo. Resulta que don Eduardo conocía a fondo el problema, y
consideraba que la imputación del delito era falsa, carente de fundamento. En
la reunión que se le tributó al visitante en casa de don Chico González, hermano de don Eduardo, éste que estaba al lado de Somoza García en la mesa de honor por su carácter de
diputado suplente, aprovechó la oportunidad para esclarecerle lo relativo al
ganado robado y las pláticas avanzaban con buen suceso.
En la Aduana “El
Espino” su administrador, el coronel Francisco Llánez, le tenía preparada otra
recepción y a ella estaba formalmente invitado don Eduardo. Siendo conciso y
claro ante la persona acusada del mencionado robo, advirtiéndole que por ningún motivo fuera a presentarse a
ese recepción “porque yo, le dijo don Eduardo, voy a seguir platicando con el
General Somoza, para ver de qué manera se te resuelve este problema”. El
acusado, en su natural preocupación por conocer prematuramente los resultados
de la mencionada plática, no le hizo caso a su amigo y enrumbó para El Espino,
con tan mala suerte que en cuanto nomás,
al verle Somoza, le increpó fuertemente: “ ¡¡¡teme vas de aquí, cuatrero
-no te quiero ver- o te saco con la guardia!!!”. Al interpelado no le quedó más
alternativa que regresarse a Somoto, y al día siguiente que visitó a don
Eduardo, éste último le dijo: “te jodiste vos mismo; te advertí que no te
fueras al Espino, y ya vez lo que te conseguiste”. Posteriormente el problema
se aclaró a su favor, ya que la acusación era falsa.
El comité de recibimiento a Somoza, tanto masculino como
femenino eran: Presidente, diputado don
Víctor Manuel Talavera T.; Vicepresidente, Capitán G.N. Gustavo Guillén;
Secretarios, don Camilo López Núñez, Dr. Antonio Ramírez Berríos; Tesorero, don
Ramón Fiallos Pinell; Fiscal, Alcalde Municipal don Edmundo Fiallos Pinell;
Jefes de Propaganda, Clemente Tercero Ordóñez, Eduardo González, J. Salvador
Vílchez y Capitán G.N. Gilberto Peralta; Vocales, Dr. Alejandro Lara M., don
José María Tercero, don Aquileo García, don Basilio Guillén, don Juan de Dios
Hernández, don Jesús Morales Gómez, don José Santos García González, Dr. Felipe
Santiago Roque, don Alejandro Roque, Bachiller Efraím López del Valle y don
Pedro Joaquín Ríos Núñez.
El Comité Femenino lo formaban: Presidenta: doña Tulita de
López Núñez; Vice presidenta, doña Coco de Guillén; Secretaria, doña Gloria de
Roque; Tesorera, doña Ernestina de Tercero; Vice Tesorera, doña Cruz de Lara;
Vocales, Zoila de Peralta, Lidia de González, Dorita de Arauz, Conchita Ortez
de Lejarza, Ruídiga Peña, Irenita de Tercero, Esperanza Tercero, Isolina Ríos
Núñez; Comisión de Propaganda, María Luisa López Núñez, Vilma Llánez, Velma
Lynn Mosher Fiallos y Modesta Díaz de Marín.
Años más tarde, comentando con una apreciable señora (ya
fallecida) de esta ciudad, esa visita de Somoza García y el banquete que se le
brindó en la casa de don Francisco (Chico) González Alfaro, le pregunté ¿cómo
hubiera sido si en aquella oportunidad, Rigoberto López Pérez, cambiara los
planes y en vez de matar a Somoza en la Casa del Obrero en León, lo ajusticiara
en ese banquete en esta ciudad?. A lo
que ella me contestó jocosamente: “ni
quiera mi Santo Padre, le echan la aviación al barrio y no estuviéramos
contando el cuento”.-